Tejidos fundamentales



Parénquima


En botánica, se denomina parénquimas a los tejidos vegetales fundamentales que prevalecen en la mayoría de los órganos vegetales formando un tono continuo. Se localizan en todos los órganos vegetales, llenan espacios libres que dejan otros órganos y tejidos. Las células parenquimáticas están poco especializadas, y su forma puede ser muy variable: más o menos isodiamétricas y facetadas, casi poliédricas o alargadas, lobuladas, etcétera. Las paredes celulares son flexibles y delgadas de celulosa.
Las parénquimas pueden ser considerados como meristemas potenciales ya que sus células no han perdido la capacidad de división. Esta característica se pone de manifiesto por su actividad en la cicatrización de heridas, formación de órganos adventicios, en la soldadura de tejidos durante la injertación, etcétera.

Clorofiliano

Es el tejido principal del vegetal, pues contiene clorofila que es fundamental para la fotosíntesis.

Reservante 

Se encuentra en la parte interna del vegetal y en órganos subterraneos, que sirven de almacen o reserva (pencas, cáctus, tuberculos).


Colénquima 


es un tejido de sostén presente en plantas jóvenes y herbáceas. El nombre proviene del griego: "goma", "cola", nombre dado por la facilidad con que las paredes celulares se hinchan al hidratarse. Proporciona flexibilidad a los tallos jóvenes, a los pecíolos y nervios de las hojas. Generalmente, su distribución es subepidérmica (por debajo del tejido epidérmico).
Está formado por células vivas (a diferencia del esclerénquima) y alargadas, ricas en agua y sustancias pécticas que se observan brillantes en el microscopio óptico, y con la gruesa pared celular formada por celulosa. Las células de este tejido poseen paredes primarias ligeramente más anchas en ciertas zonas, y su citoplasma puede contener cloroplastos y vacuolas con cristales.

Esclerénquima

 El esclerénquima es un tejido de sostén de algunas plantas formado por células muertas a la madurez, cuyas paredes secundarias están engrosadas por lo que son muy gruesas y duras. Su nombre proviene del griego escleros, "duro" y enchyma, "sustancia".

Es un tejido elástico, es decir que puede ser deformado pero vuelve a su forma original. El compuesto que le confiere sus características a la pared celular del esclerénquima es la lignina, presente en mayor o menor medida en las paredes celulares de todos los vegetales. Proporciona gran resistencia a las partes de la planta que han dejado de crecer. En algunos casos sirven como medio defensivo, ya que otorgan a la planta resistencia contra los ataques de los insectos. Las células esclerenquimáticas se diferencian de las colenquimáticas en que poseen paredes secundarias generalmente lignificadas y en que, cuando adultas, carecen frecuentemente de protoplasto.